Nos habíamos quedado de camino al hospital en la primera parte de este post…
Entramos a urgencias, me preguntaron si quería silla de ruedas, pero yo prefería ir andando, así que una enfermera nos acompaño hasta la zona de maternidad, que no imaginaba yo que quedara tan lejos, así que cada X me tocaba pararme y apoyarme en la pared para sobrellevar la contracción de turno. Cuando llegamos a la sala de espera de maternidad, al Papá Cascarrabias le dejaron allí y no pudo acompañarme dentro. A mi también me tocó esperar un poco en la sala de espera de dentro, esa noche había colapso de parturientas, y eso que ni siquiera había luna llena (aunque eso sea un mito).
Al rato me hicieron pasar, me dieron el «sepsi» camisón de hospital y me cambie todo lo rápido que pude. Comprobaron entonces como iba ya de dilatada y ¡ya llevaba 4 centimetros!. Me sacaron sangre para el tema de la donación de la sangre del cordón umbilical (aunque finalmente no sirviera de nada) y me pusieron la vía en el lateral de la muñeca. Eso si me dio un poco de impresión, era la primera vez en mi vida que ingresaba en un hospital y por tanto también la primera que me tenían que poner una vía.
Me pasaron entonces a la sala de dilatación/paritorio y allí me quede un rato hasta que pudo venir a verme la ginecóloga, que estaba asistiendo un parto de gemelos. Cuando al fin vino, me pusieron las famosas correas (que agobio de invento) y dejaron entrar al Papá Cascarrabias. Pero antes de que él entrara, ya habian hecho acto de presencia la matrona del turno y su ayudante (matrona en practicas). La matrona, por desgracia, me entró muy mal. Primero me pregunto mis datos y seguidamente continuo con un: «Bueno, te pondremos epidural, ¿no?». A lo que yo contesté que no, que no la quería. Ella, ojiplatica, se giro inmediatamente hacia mi y me dijo: «¿Como que no?¿Porqué no?». Yo le expliqué mis motivos y ella muy estupida (por no llamarla otra cosa) me contestó: «Tú misma, pero no se que necesidad tienes de sufrir, estamos en el siglo XXI. Cuando te rompa la bolsa de las aguas te va a doler mucho mas que ahora… ¡Ya me la pedirás!». Me quede un poco parada, como sin saber que contestar, pues no me esperaba que una profesional me soltara algo así en un momento como ese. Pero ni quería ni tenia el cuerpo para discutir, sobre todo porque tenía que ser ella la que me asistiera en el parto, así que mejor llevarnos bien, o intentarlo.
Su ayudante, una chica muy joven, era todo lo contrario a ella, afortunadamente, con una borde ya teniamos el cupo cubierto. Esa chica era un sol. Fue la única que se preocupo un poco por nosotros a nivel animico y procuró que estuvieramos en un ambiente lo mas tranquilo posible, bajandonos las luces y todo, aunque la pobre no tuvo mucho éxito, porque a cada rato entraba alguien buscando algo o para hacer algo o lo que fuera.
A las cinco y media de la mañana ya tenía cinco centimetros dilatados y aun no me habían roto la bolsa. Las primeras horas de dilatacion en el hospital se me hicieron mas o menos rápidas, pero muy incomodas porque, una vez que te ponen las correas, apenas te puedes mover. Y pasar las contracciones tumbada es como peor se pasan, como más duelen, o al menos así era para mi. Pero por más que les pedia si, por favor, me podian dejar un rato sin correas para que pudiera moverme, nada de nada. Me decían que en el hospital tenían unos protocolos y que no se los podían saltar, ni mucho menos quitar la monitorización de la niña, que podía pasar cualquier cosa. Así que, cada vez que la Valkiria se movia, que se movia mucho porque se ve que tenia mucho espacio, perdian su monitorizacion y venia la matrona mala baba a recolocarme las correas. En ese momento veia las estrellas, porque a ella lo mismo le daba movermelas estando con o sin contraccion. En fin, ¡un show!. Lo más que conseguí fue que me trajeran un balon de pilates y me lo pusieran al lado de la cama, así estuve un rato, pero como si me movia, perdían los monitores, era la historia de nunca acabar. A todo esto, y por haberle insistido en varios temas, tuvimos que aguantar una charla/sermón por parte de la matrona, diciendonos lo estrictos que eran los protocolos del hospital, que ella no se los podía saltar, y que bastante hacía con permitirme las cosas que me permitia. Que lo del plan de parto estaba muy bien en la teoría, pero que en la práctica, si quería tener un parto más natural, me fuera a un hospital de Mallorca o a una clínica que hay en Alicante. Nuestra cara de asombro debía de ser un poema.
A las 6:30 de la mañana vino la matrona a romperme la bolsa de las aguas. Y si, las contracciones cada vez eran mas fuertes y mas seguidas. Las respiraciones que aprendimos en las clases preparto me vinieron muy bien, por mas que la matrona me dijera que iba a hiperventilar. Bien es cierto que las hormonas hacen que haya momentos que estés como en trance, a pesar del agotamiento, yo, entre contracción y contracción incluso me quedaba dormida.
(Otra foto más de ese día, mi pobre ombligo ya no daba más de si)
La noche tuvo varios momentos surrealistas generados por la «querida» matrona. Como lo mio con los pinchazos ya parecía estar superado como explique aquí, el destino quiso que me llevara alguno mas de la cuenta, así que la sangre que os decía que me sacaron al principio, se coaguló de camino al laboratorio y vino la matrona a sacarme de nuevo. Sin importarle si estaba en medio de una contracción o no, procedió a pincharme, eso si, no sin antes haberse olvidado los tubos en algún sitio (matame camión). Solucion: llamar a grito «peláo» a las enfermeras, que tras cinco minutos se dieron por aludidas, y nosotros allí, con nuestra cara de estupefacción máxima y aguantando las contracciones mientras ella me decía: «no te muevas» -¿Perdona?-. Total, para que al final la sangre del cordón no se pudiera donar porque si el bebé pesa menos de 3.500gr no te lo aceptan. ¡Ya me lo podían haber dicho antes!.
En una de las tantas rondas de tactos vaginales, mientras me lo hacia la matrona en prácticas, hubo un momento de tensión. Poniendo caras y mirando a la matrona mala baba, dijo: «creo que se ha estancado y se esta endureciendo el cuello del útero». Ahí, incluso dentro de mi nube de drogas naturales, se me encogió el corazón. La sombra de la cesárea apareció en escena, y yo no podía dejar de pensar que no, que aquello no podía ser así, después de tanto esfuerzo no. Lo único que tengo que agradecerle a la desagradable de mi matrona fue lo que hizo en ese momento, que no se exactamente lo que fue, pero metió la mano, hizo un par de movimientos (que molestaron un poco), y dijo: «esto ya esta, ya esta completamente dilatada, el cuello borrado». ¡Que alivio sentí!
-Continuará-
26 Comentarios
Me muero si me toca esa matrona! Yo temia que me pase algo así! Pero mi marido temia por la matrona! Porque yo en mitad del parto me ponía a poner una reclamación!!! Vamos que mi parto fue genial y la atención me dejo encanta! Pero la reclamación se la llevo el hospital por un enfermero tontainas!… Anda que si el es listo yo más! Para colmo luego resulto que el hombre conocía a la familia de mi marido! Pero la reclamación ahí la tienes!… Que no hay derecho, que una va de parto y no tiene porque andar soportando malos tratos de la gente! Y si, que todos tienen un mal día, pero está gente no se lo puede permitir! Si no le gusta su trabajo o ya están quemados que pidan cambiar! Es que me pone de malas!
Pues eso pienso yo, que si no les gusta su trabajo se dediquen a otra cosa, porque no somos ganado, somos personas y además en un momento muy delicado, pero en fin, mala suerte! En el momento estaba por otras cosas y no quise liarla, pero quizás tendría que haberme quejado.
Besos!
Cuando te dicen: ya esta, ya es la hora… Uff, sientes un gran alivio pero a la vez tienes más miedo que nunca. O bueno, al menos fue eso lo que me pasó a mi, estaba aterrorizada!!!!
Un beso
Yo estaba tan agotada que solo quería empezar a empujar y que saliera ya! Pero si, es un momento emocionante!
Besos! 🙂
Madre mía con la matrona! si es que…. me enganchan las historias de vuestros partos, quiero mas!!!
La matrona era para echarle de comer aparte. Tuve muy mala suerte con esta mujer, que le vamos a hacer… La semana que viene mas!
Besos
Increible! pero que paciencia tienes, ami me toca una matrona así y mi parto es pa verlo, porque yo no me corto un pelo y le pego el grito de su vida.
Ya, si yo de normal tengo mucho carácter y bastante mala leche, pero en ese momento yo estaba a lo mio, no tenia animo de ponerme a chillarme con nadie, jejeje
Besos
Yo ya estoy entrenando a PapáAlien, ya le dije que el día que «nos toque parir» yo me encargo de tener un bebe y el tiene que gritar, discutir y pelear para que nos traten bien y no se pongan tontos jejejejeje
Nos dejas aquí con el intríngulis de saber cómo acaba la cosa! Qué matrona más borde te tocó en suerte… es increíble como un mal profesional te puede fastidiar (o intentarlo) una experiencia maravillosa, aunque al final parece que se redimió un poco con esa manobra ninja jejeje
Pues si, de la suerte que tengas en quien te toque, dependerá mucho el como lo recuerdes. Yo aun así, intenté centrarme en lo importante y no me deje llevar por la mala leche en ese momento. Días después lo pensábamos y nos dieron ganas de poner una queja, pero al final no lo hicimos.
Esta semana desvelo ya el final! Jejeje
Besos
Así que a un hospital de Mallorca no?? Jejejeje si la verdad es que aquí los hospitales son bastante respetuosos en cuanto a lo que quieren las mamás, en alguno hay hasta bañera por si quieres parir dentro y tal. La verdad es que yo quedé encantada con las matronas, cogí cambio de turno así que tuve trato con 4 profesionales y todas muy majas, menos la psicópata de la ginecóloga que se asomó por ahi abajo y me hizo un desgarro que requirió 4 puntos!
Si, si, en Mallorca, como si estuviera aquí al lado, nada, a salto de charco!
Que suerte! Es genial encontrar buenos profesionales… Y lo del desgarro, bueno, yo también me lleve unos cuantos puntos de recuerdo la casa, eso parece que es algo bastante común, por desgracia!
Besos
Esa matrona me ha caído muy mal… Jejeje a mi me pusieron poco los monitores y me dejaron mover más… Pero cada hospital es un mundo!
Muy valiente por aguantar sin epidural….
Besos
Que suerte! Lo que hubiera dado yo por eso!
La matrona una rancia muy chunga!
Besos
Madre mía… las matronas de las narices… Mira, yo no se como reaccionaré cuando llegue el momento, pero tengo una amiga que ya es mami que me dice que ella se vendrá conmigo al hospital para discutir con la que me toque! jajajaaj!
Jajajajaja, eso esta bien, llevate alguien que te haga de picapleitos en ese momento, porque tu no creo que estés para discutir con nadie! Jejeje
me requeteencanta la cabecera!!! viva tu hermana!!! >.<
Gracias guapa! Siii, mi hermana hace los chibis mas requete adorables del mundo mundial! Jejeje ( y no es solo amor de hermana) 😉
Besos
Uf con la mala baba que tengo yo menos mal que no me tocó alguien así, además la Clínica de Alicante la cerraron hace años para información de la matrona idiota. Que pena de gente de verdad!!! Deseando leer la siguiente entrada. Besos.
Muy estúpida la señora!
Yo conocía de la existencia de esa clínica, lo que no sabia es que la habían cerrado!
El viernes el desenlace!
Besos 🙂
Ay con lo que me gustan a mi las historias de partos y me estaba perdiendo esta! Menuda matrona, pa’matarla! Espero que la cosa mejore en el siguiente capítulo!
Un beso guapa
[…] Nos habíamos quedado al borde de comenzar el expulsivo. Si os perdisteis las dos primeras partes de este post, las podéis ver aqui y aqui. […]
Pues no sé por qué te dice lo de Mallorca. Yo parí en Mallorca, lo cuento aqui http://hijitisaguditis.blogspot.com.es/2014/09/mi-parto-parte-2-el-proceso-de-parto.html
Y me trataron fatal, de ignorante para arriba y además diciéndome que mi plan de parto era una imprudencia etc… Es verdad que Son Llatzer es más dado a promocionar o aceptar partos naturales pero en otros sitios no.
Un saludo guapa y mucho ánimo para cicatrizar las heridas emocionales de la gente mierda que no tiene humanidad.
Igual lo del parto en Mallorca te lo decía porque hay un hospital con la piscina y tal… Pero vamos, que me parece muy fuerte. Yo la verdad es que ya no creo en el plan de parto, no conozco a casi nadie a quien se lo hayan respetado… Vaya mala suerte con la matrona 🙁
Pues supongo que lo diría por eso. La verdad es que se lo podía haber ahorrado porque no fue mas que un comentario estúpido y fuera de lugar. Yo aun mantengo un poco de fe en el plan de parto, pero todo depende de quien te toque ese día.
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