A estas alturas del embarazo que estoy, 23 semanas ya, en pleno segundo trimestre, no voy a ponerme a relataros mes por mes los cambios que voy teniendo. Para eso ya llego un poco tarde. Pero si que me gustaría hacer un resumen por trimestre y hoy vengo a hablaros de como fue el primero (con susto incluido).
Como ya os comenté en el post de hace un par de semanas sobre la búsqueda, dimos la noticia en nochebuena. Las navidades pasaron tranquilas, viendo pasar cosas que no podía comer ni beber. Lo normal del embarazo vamos. Si que es cierto que ya por aquel momento, que no estaría de mas de 5 semanas, me encontraba muy hinchada y con muchos problemas de gases y de estreñimiento, ¡empezaba pronto!
Pasadas las navidades fui a mi ginecóloga privada a que me hiciera la primera ecografia. Estaría de 7 u 8 semanas. No es que en ese momento pueda verse mucho, pero yo sentía la necesidad de hacerla y comprobar que todo estaba como y donde tenía que estar. Todo fue bien y nos quedamos mucho mas tranquilos.
Unas semanas después llegó el primer susto, o la primera visita a urgencias. Como decía antes, seguía teniendo muchos problemas para ir al baño. En ese momento iba oscilando entre el estreñimiento y la «casi» diarrea. Aparte de seguir con muchos gases. Perdonad el tono escatológico y poco glamuroso del post, pero los embarazos tienen su lado oscuro, nunca mejor dicho y, de entre muchas teclas, los problemas intestinales son algo muy habitual.
Estaba de 11 semanas, era miércoles, así que nos levantamos y llevé a Valkiria al cole como de costumbre. Yo ya no me encontraba muy bien, así que cuando llegué a casa me tumbé en el sofá y me quedé dormida un par de horas. Cuando me desperté empecé a notar dolor de estomago. Pensé que sería hambre, así que me preparé algo de almuerzo, ligero, y seguí reposando. Pero aquel dolor no remitía, al contrario, iba a mas.
Toda la vida he sufrido de gases. Es algo muy doloroso que, cuando me pasa, suelo aliviar con infusiones y alguna pastilla tipo aerored. En un par de horas se me suele pasar. Pero esta vez no me atreví a tomarme nada dado mi estado. Y aquel dolor solo hacía que aumentar. Me fui a la cama y solo podía hacerme una bola y retorcerme de dolor. Pensé en esperar a ver si se pasaba, pero llegado el medio día el dolor seguía yendo a mas y yo ya me estaba empezando a desesperar. También estaba preocupada por el bebé, pero sabía que aquello no eran contracciones.
Llamé a mis padres para que recogieran a Valkiria del cole y a mi marido para avisarle de la situación y decirle que cuando llegara a casa del trabajo nos iríamos a urgencias. El Papá salió antes de trabajar y nos fuimos al hospital. En aquel momento los dolores eran tan fuertes que se me hacían casi insoportables. El hospital queda muy lejos de mi casa y, a la hora que fuimos, el camino se me hizo eterno. Para que os hagáis una idea, yo parí sin epidural y os digo que aquellas punzadas que me daban, que iban y venían, como si fueran contracciones, ¡me dolían mas que el parto!
Cuando llegamos a urgencias obstétricas entré yo sola, porque no dejan entrar acompañantes. Allí cada enfermera que me cruzada me preguntaba si estaba embarazada. ¿Perdón? Vale que no tenía apenas barriga en aquel momento, pero estando allí la respuesta me pareció mas que obvia. En fin… Me recibió la enfermera y luego me vio la médica de guardia. Me hicieron una eco para comprobar que todo estuviera bien con el bebé y yo me harté de llorar al ver ese pequeño cuerpo, ya con forma humana, en la pantalla del ecógrafo. Descartado cualquier daño fetal, la médica quería mandarme con mi dolor para casa sin hacerme mas pruebas. Me dijo que si no se me pasaba volviera en unas horas al hospital. ¡Como si estuviera al lado de mi casa!
Con lo que me había costado llegar hasta allí no pensaba irme. El dolor seguía igual de intenso, llevaba desde las 9 de la mañana con él y ya eran las 6 de la tarde. Así que me negué a irme. Les dije que si querían me quedaba en la sala de espera de fuera con mi marido, pero que de allí no me iba. La medica, jovencita, al ver mi convencimiento llamó a una superior. Esta le preguntó si me habían hecho una analítica, o me habían puesto algo para el dolor. Ante la respuesta negativa de la primera, esta médica, mas mayor, me mando hacer una analítica y ponerme una vía para meterme todos los calmantes que podían. Aparte de una inyección intramuscular para algo que todavía no se que fue, pero que deduje que era para las obstrucciones intestinales (cosa que en ese momento no tenía).
Me metieron con la vía en observación, me pusieron la banderilla (que me hizo un daño de la leche…) y allí estuve dos horas. Los calmantes empezaron a hacer efecto y, pasado ese rato me volvieron a mandar a que me viera otra médico.
Yo no se si fue de pasar de estar tumbada a estar de pie. De haber soportado tantas horas de dolor. O de que. El caso es que empecé a encontrarme mal, a tener sudores fríos y, mientras la médica me decía que probablemente tenía un virus, me tuve que ir al baño a vomitar. Cosa que no había hecho en todo el embarazo y que, de hecho, no creo que tuviera nada que ver con él. Me mandaron para casa, aun con punzadas en el estomago, mas leves y con una receta de Carivan que nunca usé.
Tengo la sensación de que no sabían que pasaba. Aquello no fue un virus. No volví a vomitar ni a ir al baño. Pero los dolores de barriga aun me duraron 5 días mientras iban bajando de intensidad y me dejaron hecha polvo.
Esa fue nuestra primera visita a urgencias. Unas urgencias que con el embarazo de Valkiria no pisé hasta el mismo día del parto. Pero ya lo dicen, que cada embarazo es un mundo. Y este ya apuntaba a que iba a ser movidito.
El primer trimestre, aparte de eso, fue mas o menos como en mi primer embarazo. Mucho cansancio, mucho sueño y un hambre de devorar. La diferencia estuvo en los problemas de gases y una especie de angustia que solo se me calmaba comiendo, pero que no llegaba a ser para vomitar. Yo lo definía como mal cuerpo, o «fatiguita» como dicen en mi tierra.
Poco después llegó la ecografía del primer trimestre con el triple screening… Pero eso es otra historia que puede que algún día, no se cuando, os cuente.
¿Como fue el primer trimestre de vuestro embarazo?
¿Notasteis diferencias entre embarazos?
9 Comentarios
Madre que susto. Pudo ser un virus, a veces da más dolor que reacción, pero jo pobreta que susto. Yo tuve dos sustituís por sangrado, por suerte se quedaron también en susto. Un beso.
Pues ni idea de lo que fue, pero con cualquier cosa que te haga ir a urgencias se pasa fatal 🙁
Madre mía qué mal lo pasarías. Y que te fueras, tal cual. Anda que… Lo de la fatiguita lo he tenido yo crónico todo el embarazo de El Nuevo y ha sido un HORROR. Espero que ahora te esté yendo fetén.
Lo de la fatiga es agotador, por suerte ahora ya pasó y me encuentro mucho mejor 😉
Ay, sí que noté diferencias porque como tú, en el embarazo de mi bichilla ni una prueba más de las protocolarias y con mi churumbelito, a las 4 semanas ya estaba en urgencias por un sangrado de implantación leve pero desconocido para mí. Por suerte, sin dolor y sin nada, y con el hospital al ladito de casa, pero como supuestamente debía estar embarazada de casi el doble de tiempo, cuando me colocaron el ecógrafo y allí nadie encontraba bebé alguno ¡ay, qué ganas de morirme sentí!
Recuerdo que lo leí en tu blog, menudo susto tambien el tuyo! Es que cada embarazo sale de una manera 🙂
Hola!
Qué tal todo? Espero que mucho mejor!!!
Yo estoy todavía en el primer trimestre del embarazo, y hasta leer tu post, no encontraba ninguna similitud con lo que me está pasando… sí… muchos gases (parezco un globo), y unos retortijones muy dolorosos por diarrea que se van alternando con el estreñimiento… Es increíble cómo se puede llegar a descontrolar el cuerpo. Y lo que comentas… un hambre atroz a todas horas. Si como mal porque luego la digestión siempre es mala y si no como peor… Hay días en que estoy desesperada.
En fin, me queda el consuelo de que al acabar el tercer mes esto se regularice un poco… Hago auténticos esfuerzos para no comer demasiado, porque no quiero coger demasiado peso y aún así, cada hora vuelvo a tener hambre. Y lo de hacer ejercicio que me dice todo el mundo, imposible… antes hacía artes marciales y estaba en forma, desde hace 2 meses no puedo con mi cuerpo, duermo más horas que una marmota.
Según tu experiencia ¿qué me recomiendas?
Muchas gracias!!!
Buenas tardes! He encontrado tu blog buscando cosas por internet… y que maravilla!
Soy madre primeriza y además vengo de fuera, aunque mi marido si que es de aquí. Si no te importa te pregunto una cosilla! Veo en este post hablas de seguir todo con la seguridad social pero también tienes tus visitas con el seguro.
Nosotros de momento vamos por los dos lados (por las pruebas las hago solo por la sanidad pública). ¿Qué opinas de seguir el embarazo por los dos lados? ¿Al final diste a luz por la pública? Perdón, es que estoy un poco perdida con todo esto… sé que con el privado puedes tener cosas como habitación personal etc, pero todo lo que escucho es que siempre es mejor hacer todo por la pública…. Me encantaría saber tu opinión… y muchísimas gracias!!
Hola y bienvenida!
Yo solo llevé mis embarazos por la seguridad social, no tengo seguro privado. Y mis dos partos han sido en un hospital público en el que he tenido habitación individual y me han dado todo lo que he necesitado (pañales, camisón, ropa de bebe para la estancia allí, etc…). Yo, por experiencias de amigas cercanas, no te recomendaría llevar el embarazo a la vez por público y privado repitiendo todas las pruebas dos veces, puedes acabar loca. Conozco gente que se ha hecho todas las pruebas por la pública pero, teniendo seguro privado, ha ido a las ecografías mensuales del privado, que es lo único que se echa en falta en la sanidad pública, alguna ecografía más (aunque realmente no sean necesarias). Pero bueno, al final es una decisión personal de cada una.
Espero haberte sido de ayuda…
Saludos!
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