El postparto es otra de esos temas en los que, parece que se profundiza durante las clases preparto, pero nunca te llegan a explicar, realmente, a lo que te vas a enfrentar. Entre otras cosas porque nadie sabe a lo que te vas a tener que enfrentar. No sabes si tendrás que recuperarte de una cesarea, de un parto vaginal. Si saldrás sin un solo punto o mas cosida que el monstruo de Frankenstein. Y ya no solo hay que hablar a nivel físico, sino también emocional.
Incluso si, como me pasó a mi esta vez, tienes la suerte de tener una matrona de lo mejorcito que te lo explica todo genial, nada te puede preparar para la montaña rusa en la que te vas a subir una vez tu bebé abandone tu cuerpo… (si ya no era suficiente la revolución hormonal que tenías con el dentro…).
En mi caso, como me pasó con los partos, he tenido dos postpartos totalmente diferentes. Estoy segura que el cómo fue el parto influyo del todo en esto. De echo, os reconozco ahora que ya ha pasado que, esta vez, tenía mas miedo al postparto del que quería reconocer. ¡Mucho mas que al parto! Porque, al fin y al cabo, el parto es un ratico, pero el postparto dura mucho mas tiempo.
Mi primer postparto
Aquí jugaba la baza de ser primeriza. Después de un parto relativamente «bueno» en el que no me libré de la episiotomia, llegó el postparto y con él casi 15 días de dolor continuo. Ya no solo me dolían los pezones por el inicio normal de la lactancia, sino que el dolor del corte en los bajos casi no me dejaba sentarme. Recuerdo mandar al padre a comprar un flotador en pleno octubre para sentarme en el, pero ni siquiera así estaba medio cómoda.
La medicación que me mandaron no me quitaba del todo el dolor. Necesitaba las dosis antes del tiempo que tocaba, lo que me hacía interminable la espera para poder chutarme el nuevo analgésico.
Los puntos tardaron en cicatrizar y cuando se fueron secando aun me tiraban y me molestaban más. A todo esto hay que sumarle el subidos/bajón de hormonas, que te hace estar bien y al minuto llorar como una magdalena. Uno de los días, el primero que me quedé sola unas horas con la niña, incluso llamé a mi madre llorando porque creía que me estaba desangrando… Queen of drama total, pero es que eso es lo que tiene el postparto, que nos da por donde nos da.
Por todo esto y por el estrés añadido de verte con tu bebé y enfrentarte a tus primeros momentos de «llora y no se lo que le pasa» o «¿lo estaré haciendo bien?» creo que mi primer postparto lo viví como si de una verdadera montaña rusa se tratase. No llegué a la depresión postparto. Pero si recuerdo llorar en momentos de soledad sintiéndome culpable por no estar rebosante de felicidad en todo momento. La culpa… ¡ay la culpa amigas!
Mi segundo postparto
Esta vez ya sabía a lo que iba. No es que fuera predispuesta para lo peor, pero intenté estar mentalizada para cuando llegara el momento. Sorprendentemente, aunque el parto fue duro, largo y acabó con un desgarro de tipo dos, el postparto ha sido otra cosa totalmente diferente.
Para empezar la zona estaba dolorida, pero mucho menos de lo que yo recordaba de la primera vez. Podía aguantar sentada sin mucha molestia, lo cual ya era todo un logro.
Me mandaron paracetamol y otra cosa (cuyo nombre no recuerdo…) por si tenía mas dolor. No pasé del paracetamol y se me pasaban las horas de tomármelo. Lo que quiere decir que tampoco iba todo el día rabiando de dolor. Los puntos se secaron bien y no me molestaron mas conforme avanzaba el tiempo. Creo que me he recuperado mucho mejor esta vez porque fue un desgarro y no fue un corte. He leído mucho sobre esto últimamente y la conclusión es que un desgarro es mas complicado de suturar, pero está demostrado que la zona se recupera mucho mejor. Al menos si hablamos de un desgarro del tipo del mio.
Para que os hagáis una idea… En mi primer postparto no salimos de casa hasta que tocó revisión con el pediatra y la matrona. Una semana después. Esta vez, en cambio, al cuarto día ya estaba paseando por la calle. A ratitos cortos, eso si, pero saliendo que ya es mucho.
A diferencia de la primera vez, esta no me he librado de las temidas estrías. Me salieron todas en el último mes. ¡Normal! Ya visteis el tamaño descomunal de mi barriga. Esto también ha hecho que me esté costando más volver a mi ser. Pero oye… Poquito a poco.
En cuanto al plano emocional, me he notado menos insegura, mas estable… No se si es por la seguridad que te da el ya tener experiencia, o porqué. Algún momento de bajón he tenido de todo modos, no os vayáis a pensar que estaba en plan Heidi todo el día feliz de la vida. Pero mucho mas light que la vez anterior. Quizá esta vez lo que he notado es algo más de estrés a la hora de organizarme yo sola con los dos. Pero eso creo que entra dentro de la normalidad… ¿no bimadres del mundo?
-Mi barriga dos meses después de parir-
En conclusión…
Como con casi todo en esta vida, creo que no se puede ir con ninguna idea preconcebida porque cada experiencia es distinta. Aunque tu seas la misma. Mi matrona me dijo que los segundos se recupera una mejor porque ya tienes a los mayores que te hacen ponerte las pilas rápidamente. Pero yo creo que como sea tu parto marcará completamente como vivas el postparto. Y para mi, esta vez, ha sido una verdadera maravilla.
4 Comentarios
El postparto no lo recuerdo tan mal, se me hizo mucho más dura la vuelta al trabajo, compaginarlo todo si me resultó más duro. Durante el postparto tuve ayuda y aunque tuve muchos puntos que me picaban horrores no lo lleve del todo mal. Lo peor para mí son las noches sin dormir y el compaginar todo.
Si. Totalmente de acuerdo. Ahora bien, yo en este parto he tenido un desgarro 1 y después de un tipo 3 y dos del 2, cuantos menos puntos, mejor. Y la lactancia materna ayuda mucho.
Toda la razón! Yo también tenía más miedo al postparto que al parto, más que por la recuperación, por la lactancia, las primeras noches sin dormir, el cambio de golpe… Pero el segundo fue una maravilla! De echo todo el mundo me decía que parecía que no hubiera parido! Me lo tome todo con otra filosofía, a lo que llegue llego… Y la verdad que se me ha pasado sin enterarme. Eso sí, la culpa de ver que no podia atender al mayor igual no me la quito nadie… Menos mal que todo pasa!
Puf, el mío de terror. Después de un parto muy duro con episiotomía, a la semana me vuelven a ingresar por una infección del útero xq se dejaron restos de placenta, me hacen un legrado en el que pierdo muchísima sangre, se me abren los puntos y me vuelven a coser (mucho más doloroso que la primera vez), a los 3 días me dieron el alta pero tardé muchísimo en recuperarme de la anestesia general (vomité más que en el embarazo), de la infección, de la anemia, de la episiotomía que se volvió a abrir y me pase un mes con la herida abierta. Y psicológicamente peor, no poder atender a mi hijo, separarme de él para entrar a quirófano, la urgencia, la sensación de sentirme mal atendida (ni revisaron bien la placenta) y asumir que por todo esto me perdí el primer mes de mi hijo, la lactancia y tengo secuelas que no se pueden recuperar. Vamos, que cualquier postparto que leo me parece buenísimo al lado del mío.
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