Cuando la Valkiria nació, me tardó un poco más de lo normal en subir la leche, y como consecuencia, ella perdió peso suficiente como para que nos dejaran ingresadas un día más y nos fuéramos a casa con un biberón de apoyo. Si en ese momento alguien me hubiera dicho lo malo que podía llegar a ser aquel inofensivo biberón,…
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